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Desde los últimos años del siglo XX y sobre todo durante lo que llevamos de XXI, parece que los fenómenos naturales extremos se reproducen con mayor frecuencia e intensidad. En la mayoría de los casos, la característica principal era que tenían un área de actuación relativamente localizada. Sin embargo, este año estamos experimentando un suceso que tiene un área de influencia desconocido hasta ahora, pues no hay lugar del planeta que no esté afectado y que, además, prácticamente todos los aspectos de la vida cotidiana se han visto trastocados, es la pandemia por coronavirus (COVID 19).
Si hay un sector que ante estos hechos juega un papel fundamental, es el sector asegurador. Y, dado que en la mayoría de las ocasiones, las consecuencias resultan catastróficas, entra en juego otro elemento que adquiere una importancia aun mayor, como es el sector reasegurador.
Allá donde se pueda producir un cúmulo de riesgo, donde el seguro por sí solo quizá no tendría capacidad de absorción, entra en juego el reaseguro. Asume, por tanto, un papel diversificador de riesgos y de estabilización ante consecuencias que podrían ser inasumibles para cualquier compañía aseguradora.
Publicación número: 303
Publicado el:
20/07/2020
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