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Los recientes avances legales que buscan establecer una estrategia efectiva de ciberseguridad, sitúan
a España entre los países más adelantados en esta materia, pero el reconocimiento al compromiso de
nuestro país con la ciberseguridad no es suficiente para eludir su impacto.
De entre todos los ciberriesgos a los que estamos expuestos, Ransomware es una de las principales
amenazas y que más preocupa actualmente al sector asegurador. Se trata de un tipo de código
malicioso que cuando se introduce en los sistemas de una organización se dedica a cifrar todos sus
archivos y a propagarse en todos los dispositivos. Se ha convertido así en el arma favorita de colectivos
de ciberdelincuentes que luego exigen rescates a sus víctimas a cambio de volver a la normalidad.
La evolución del ransomware y las vulnerabilidades del teletrabajo ponen de manifiesto el reto existente
en las organizaciones en términos de digitalización y cultura de ciberseguridad, y que supone un
verdadero desafío para los CISOs, puesto que de ellos se espera una eficiente respuesta estratégica.
Con este panorama, la Ciberseguridad sigue siendo un pilar básico para la población, los gobiernos y
las empresas. En este sentido, el sector asegurador sigue sin ser ajeno a esta situación y cada vez es
más habitual que la magnitud del ciberataque sea tal que genere problemas de continuidad de negocio
o daños reputacionales en las compañías. Esta situación está fomentando, entre otras, que las
entidades estén cada vez más alerta de los incidentes de seguridad de las organizaciones del entorno
para saber cómo actuar en cada uno de los casos y minimizar así impactos que éstos puedan tener
sobre el negocio.
Por todo ello, y por segundo año consecutivo, desarrollamos un informe que permite medir y comparar,
tanto la situación en la que se encuentra el sector asegurador en protección de sus sistemas de
información y riesgos a los que está expuesto; como a la función de tomador de estos productos.
Publicación número: 313
Publicado el:
21/07/2021
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